Nefropatía por IgA. Un caso que ilustra sus controversias
Resumen
La Nefropatía por IgA (N IgA) es una glomerulonefritis que se caracteriza por evidenciar depósitos mesangiales difusos de IgA. Fue por primera vez descripta en 1968 por el patólogo francés Jean Berger, coincidiendo su aparición con la introducción de técnicas de inmunofluorescencia (IF) en las biopsias renales. De ahí el hecho de que esta patología sea conocida también como Enfermedad de Berger.
La nefropatía por IgA es la única glomerulopatía que se define por la presencia de un tipo de depósito en la IF, más allá del patrón morfológico descripto en la biopsia. Los hallazgos en la microscopía óptica son tan variables que no permiten la elaboración de un score universal y a la vez determinar la correlación de la histopatología con la clínica.
Durante muchos años la N IgA fue considerada una patología benigna. Hoy se sabe sin embargo que muchos casos evolucionan hacia la insuficiencia renal (hasta un 50%) y el 25% de los casos evoluciona a Enfermedad Renal Crónica Terminal (ERCT). Más aún, dentro de las glomerulonefritis primarias que requieren terapia de reemplazo de la función renal la N IgA es la más frecuente.
Como la presentación clínica es tan variable, desde un curso totalmente benigno hasta el extremo opuesto como puede ser una Glomerulonefritis rápidamente evolutiva, o presentándose otras veces en forma subclínica hasta llevar a la insuficiencia renal crónica; el tratamiento frecuentemente genera polémica y termina siendo diferente según el equipo tratante.